domingo, 28 de octubre de 2012

Carta a Kike Maillo

                                                                                                                 Día 28 de octubre de 2012

Señor Don Kike Millo…

          Habiendo visto la película de Eva, puedo tener una opinión sobre ella. En primer lugar, quedé fascinado sobre la elección del tema, ya que el tema sobre crear inteligencia emocional, da mucho en lo que pensar y se despiertan muchos sentimientos. Quizás, sea una película un tanto ficticia pero emocional.
          El término de la creación de inteligencia emocional artificial, es un término verdaderamente improbable, pero sin descartar la imposibilidad.
          Las emociones surgen con determinación de nuestro entorno y es algo natural, evolutivo y humano.  Y el ser humano en sí, en ocasiones, es incapaz de controlar las emociones y, menos, sería crear emociones e inculcárselas a un individuo biónico.  El ser humano no ha hallado el significado completo de las emociones.
          Una creación artificial sería limitada, es decir, expresaría las emociones en las distintas ocasiones, de las cuales, a partir de su estímulo, formularía una respuesta. Esto se puede ver en la escena, de la película Eva, de la identificación de emociones para la programación del androide. Por lo tanto, es un sistema impuesto, con la creación de sistemas para fines concretos, con una función asignada. En cambio las emociones pueden variar, alguien puede llorar de emoción o de tristeza y en el entendimiento de este concepto los robots se enfrentaban a una cuestión.
          Si buscamos que las máquinas sientan e interactúen, junto a otros humanos reconociendo la postura que deben tomar ante según que situaciones, el humano logrará una superación, pero contrastando con el conocimiento de las verdaderas emociones vitales.

Reciba un cordial saludo
                               Pepe Barceló Espases

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